Para lograr este aspecto, comencé incorporando materiales naturales como madera y lino en mi ropa de cama y muebles. Elegí un estampado floral clásico para mi funda nórdica y agregué algunos cojines a juego para darle un toque de color.
Luego, cambié mi mesita de noche por un baúl de inspiración vintage y agregué una decoración de pared rústica, como un letrero de madera desgastada y una colección de marcos antiguos.
Para rematar el look, agregué una iluminación acogedora con una lámpara de araña antigua y algunas velas, que añaden un brillo cálido y acogedor al espacio.
En general, estoy muy contento con el resultado de mi dormitorio de estilo rústico. Es el lugar perfecto para relajarse y descansar después de un largo día, y me encanta cómo los materiales naturales y el diseño clásico crean una atmósfera cómoda y atemporal.
Si buscas renovar tu espacio, te recomiendo que pruebes un dormitorio de estilo rústico. Es una excelente manera de darle un toque de campo a su hogar y crear un refugio cálido y acogedor en el que le encantará pasar el tiempo.